Alétheia (en griego λήθεια) en su origen es un concepto proveniente de la Filosofía Antigua que fue retomado por el filósofo alemán Martin Heidegger en la primera mitad del siglo XX. A menudo traducida como “verdad”, la palabra Alétheia viene del griego y está formada por el lete, literalmente “olvido” y el prefijo “a-”.
Lete (en griego Λήθη) en la mitología griega, era el nombre de la náyade Lete, hija de la Discordia y madre de Las Gracias que dio su nombre a uno de los ríos de Hades, la Fuente del Olvido, de la cual los muertos bebían para olvidar su vida terrestre. De esa manera se plantea el término Alétheia, como una negación del olvido, “Fuera de Lete”, “Fuera del olvido”, de ahí traducciones más correctas como serían “el desocultamiento del ser”, “desvelar lo olvidado”. Alétheia se refiere a la acción de desvelar lo que está oculto, en el olvido y con ella a su necesidad.
La idea de la que parte Alétheia reside en desvelar descampados urbanos abandonados a los viandantes a través de intervenciones efímeras sobre los muros de dichos espacios. Alétheia se compone en total de seis intervenciones realizadas en la ciudad de Valencia, en el barrio del Carmen y de La Saïdia. Éstas consisten en el encolado de la fotografía del solar sobre la parte exterior del muro a modo de trompe-l’oeil con el fin de los paseantes puedan descubrir el espacio escondido detrás cada muro.
Alétheia es también un llamamiento al diálogo, al debate sobre una problemática de actualidad como es la del vacío urbano y del abandono progresivo y pasivo de la ciudad por sus habitantes.